Tareas pendientes

Jaime Darío Oseguera Méndez

La rendición de cuentas es el elemento más emblemático en la calidad democrática.
Una vez que la alternancia se asentó de manera definitiva y para bien de las sociedades modernas, las instituciones electorales toman su rumbo ordinario, organizan elecciones, facilitan el acceso de los particulares al debate público y garantizan la existencia de partidos que permiten a los electores tomar decisiones en base a la pluralidad que se le ofrezca en las boletas.
Es decir, nuestros cuestionamientos y preocupaciones no son tanto por la existencia de la democracia, sino por su calidad.
No estamos exentos de los vicios del corporativismo, la coacción y otros males que ha traído aparejado el sistema democrático en México después del 2000, pero hoy sigue siendo una preocupación creciente el tema de la corrupción en los asuntos públicos, así como la transparencia con la que se manejen los recursos y la explicación de los gobernantes a los gobernados sobre lo que hacen o lo que pretenden hacer. No queremos gobiernos; queremos buenos gobiernos.
En general no es difícil que las administraciones ejerzan ordinariamente sus funciones. Cotidianamente hay planes y programas; se paga nómina, publicidad; hay funcionarios que cobran, unos bien y otros mejor. Los gobiernos ejercen sus funciones casi a pesar de lo que pase. Lo importante es ver el horizonte y vislumbrar hacia dónde y cómo va un estado. Eso pasa por una reflexión sobre los asuntos pendientes.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla presentó su Primer Informe de Gobierno y en la víspera de los próximos cinco años, vale la pena visualizar algunos desafíos que se le presentan a Michoacán.
El primer reto sigue siendo en materia de seguridad pública. Al actual gobierno le quedan cinco años, que podrían ser suficientes en definir la estrategia para formalizar cuerpos de seguridad pública desde los municipios y el estado, capaces de ofrecer una alternativa positiva ante la violencia que vivimos.
No podemos estar igual en un lustro.
Esa será la medida del éxito.
Es lastimoso reconocer que los cuerpos de seguridad pública siguen siendo el emblema más acabado de la corrupción en todo el país.
Por eso se ha decidido a nivel nacional por la continuidad del ejército y la marina en tareas de seguridad, pero esto no puede seguir siendo asi de por vida. Es necesario un método y un modelo distinto. Se deberá trazar una ruta de profesionalización, capacitación, logística, inteligencia que permita fundar de una buena vez y para mucho tiempo, cuerpos de seguridad pública capaces de defender a los michoacanos.
Más que un asunto de dinero, inicialmente es de diseño institucional. ¿Quiénes integran las policías municipales? ¿Cómo se constituyeron? ¿Quiénes las dirigen?
También hay que ayudarle al ejército y la guardia nacional.
En materia educativa se ha lanzado en la federación una propuesta de reforma que presumiblemente cambiaría todo el sistema. Enarbola muchos de los principios que promueven los maestros en Michoacán aliados de Morena y del actual gobierno. Eso va a permitir que se implemente sin problemas o al menos eso debería suceder. En realidad poca gente sabe en qué consiste pero es su proyecto y tendrán que responder por sus consecuencias.
El asunto es que Michoacán sigue estando en los últimos lugares en materia educativa y los principales indicadores no mejoran: deserción escolar, escolaridad promedio, niveles de analfabetismo y el gasto en el sector sigue en aumento. No se puede escatimar dinero en educación pero si hay que hacerse responsable de su destino.
En cuestiones financieras hoy se dejó de hablar de la deuda pública pero eso no significa que ya no sea un problema. Aunque se renegocie, reduzca o se pague cosa que se ve complicado, el gran tema financiero sigue siendo el déficit. El desafío de fondo consiste en la reorientación aunque sea mínima del gasto corriente en beneficio de la castigada infraestructura del estado y de otros rubros para lograr crecer.
El rezago es brutal comparado con nuestros vecinos y las pocas obras que existen no se pueden concluir. Ese paquete le dejaron al gobernador. El gobierno está lo suficientemente legitimado para operar una variación en el manejo del gasto, inicialmente a costa de cierta popularidad pero en el largo plazo como una gran contribución al progreso. Todavía es una buen momento para hacerlo, contando además con el apoyo del gobierno federal, principalmente en lo que se refiere a la federalización de la nómina educativa.
Somos el estado con el mayor valor de la producción agrícola en el país, uno de los primeros destinos turísticos y competimos por el primer lugar en la llegada de remesas, pero nuestro sector rural sigue en la absoluta miseria. El gran desafío consiste en aprovechar estos dos indicadores para llevar más desarrollo al campo.
Aun aceptando un poco de crecimiento anual del producto, no tenemos desarrollo. En la ecuación de los próximos años deberá haber un esquema para integrar productivamente todos los actores políticos, económicos y sociales del estado para aprovechar las ventajas de la agricultura, el turismo y las remesas. No es menor el desafío.
Por otro lado, el pleito político en Morena es notorio. Abrumador, escandaloso y se refleja en decisiones de partido, en el Congreso y seguramente puede trasladarse en algún momento al gobierno. Es natural la disputa, pero es muy temprano para que sea tan evidentemente descarnada. Los equipos políticos deberán actuar institucionalmente para respetar las jerarquías y los espacios. Si no lo hacen pronto se van a multiplicar esas riñas a niveles más locales y de cara a las elecciones intermedias serán incontrolables.
En el Congreso por ejemplo se han dicho de todo. Hay una desmesura derivada de la voracidad y el primitivismo político. Son los primeros meses de un proyecto alternativo que deberá demostrar si tiene los actores y capacidades para el futuro o simplemente quedará en una experiencia coyuntural.