«La Grilla en Rosa» de Fabio (versión que va a ir al rescate de su dictador favorito)
La insistencia ya resulta muy sospechosa. Al mesías le urgía dar impunidad al tarambana que hasta antier desgobernaba Perú, un tal Padro Castillo, salido, como el mesías, de las cloacas de su país para llegar al poder.
Todavía estaba en desarrollo el intento de este jijo de su Señorita Laura de dar un golpe autoritario en Perú y todos, gabinete e instituciones, lo mandaron a ondear changos por la cola, que me lo detienen al estilo americano, y si no lo mandaron a la Cárcel de Cananea, que está situada en una mesa, es porque en Los Andes no hay Cananea.
Lo que se fue sabiendo después es que, a la par de dio a conocer su súper plan de acabar con el gobierno legal, el babas con sombrero para guacamole (como el del 5 de Mayo de la película «Mi Villano Favorito 2») le avisaba al mesías macuspano que le hiciera el paro de escapar de las leyes peruanas metiéndose en la embajada de México.
Con la novedad de que sus propios escoltas, institucionales, obedecieron las órdenes de sus mandos y que lo arrestan antes de llegar a la representación mexicana, que fue copada por peruanos de a pie para impedirle llegar a ella y sentirse a salvo e impune.
De entonces para acá, al hocicón macuspano se le ha ido en meterse hasta la cocina en los asuntos internos de Perú, ordenarle al infame Marxelo Ebrard que le de asilo al pobrecito intento de dictador y que el embajador mexicano vaya a la cárcel a hacer la visita conyugal al sombrerudo.
Y claro, todos los otros dictadores chavistas del continente salieron a chillar como plañideras por el inepto que decía ser presidente peruano. Desde Wevo Morales, turista VIP de México, hasta el jetón colombiano Gustavo Petro, pasando por todos los idiotas latinoamericanos que creen que el «socialismo» a la cubana es la onda.
Los otros izquierdistas mantuvieron cordura y respeto a Perú. Eso es lo que el hocicón macuspano debió hacer, pero algo se trae con el ahora convicto peruanito para que lo defienda con la enjundia que no pone a nada que no sea defender al narco, las trampas electorales, robar dinero o atacar al INE.
Y vuelve la pregunta: ¿pues qué se trae el Peje? Su «política» exterior se basa en la mameluca y trasnochada doctrina Estrada, que básicamente dice que México no debe andar de metiche en ningún país. Y cuando se trata de abusos de dictaduras y apoyo a dictadores, el mesías es el primero en levantar la mano y soltar la boca, perfectamente desconectada de lo que tenga de cerebro, para apoyar a los integrantes de la liga de la infamia.
Que lo hiciera a título personal, vaya y pase. Pero lo hace a nombre de México, violando los tratados firmados por México, con recursos de México y dejando del asco la imagen de México, todo para quedar bien con los que tienen las mismas taras mentales que él.
Desde Perú, este viernes la Cancillería de Perú ya llamó al inepto que pasa por embajador mexicano allá y le dijo, con más elegancia que yo, que el Peje y su secta dejen de estar jodiendo en los asuntos internos de ese país y que paren su intento de liberar vía «asilo político» al delincuente sombrerudo que quiso quebrar la democracia peruana, encarcelado ya por los peruanos.
Tanta defensa al inepto peruano de parte del inepto mexicano sólo me lleva a concluir que lo ve como su hermano chiquito en lo menso, impreparado, ignorante, corrupto y autoritario.
Nomás que Castillo no compró su ejército ni tiene a los narcos de guardaespaldas, como el Iluminado. Ojo para la otra, cuate, diría Chabelo.
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