«La Grilla en Rosa» -versión que busca eternizarse en el poder-
Con la novedad que desde la secta oficial ya organizan (es un decir) comités que pretenden violar la Constitución -ooootra vez, como en todo este sexenio- exigiendo que el mesías, el Iluminado, el Infalible, el mejor presidente que ha tenido el narco en su historia, se quede otro sexenio a acabar su magna obra.
-Por «magna obra» entendamos: acabar con México; de construir nada, pues su labor ha sido únicamente despedazar, desmantelar, inutilizar; construir, sólo armatrostes faraónicos que no sirven de nada-.
Así como lo leen, amiguitos. Como Pejito siente que el tiempo se le va a la misma velocidad que la cordura, pues como que quiere seguirse en la silla por aquello del valor sentimental y las graciosas y astronómicas ganancias personales -nada de que es honesto, eso está claro a estas alturas de su inepto desempeño- y por eso, y porque se siente el marcado por el dedo de Dios, pretende quedarse forever and ever.
Falta que se le permita, aunque ya sabemos que esas señoras conocidas como la Ley, la Legalidad y Cumplimiento de la Constitución no están entre sus contactos de WhatsApp.
EL REY DEL CASH
Volviendo al simpático punto de que Pejito tiene de honesto lo mismo que de inteligente, hoy sale a las librerías el libro «El Rey del Cash», de Elena Chávez, que describe con pelos, señales y mañas cómo es que el mesías ha vivido de un esquema de chantajes, expolios y desviación de dinero público prácticamente desde que su tiplosa figura apareció en la escena pública.
No necesito el libro para recordar que el ahora TikTokero Marxelo Ebrard era el encargado de darle dinero para que le bajara la espuma a su chocolate con aquellas marchas de barrenderos y demás fauna manejable, a quienes traía a pata desde Tabasco a la Ciudad de México para «protestar» por las malas condiciones laborales de ellos.
El dinero le era entregado por órdenes del Jefe de Gobierno de entonces, Manuel Camacho Solís, el Peje de Luis Donaldo Colosio (pues se emberrinchó en ser el candidato presidencial de Carlos Salinas de Gortari, a pesar de éste, de Colosio y de las reglas monolíticas del entonces poderoso PRI, y luego se coló como negociador de paz con el EZLN y su guerrillero nylon, el comandantito Marcos, el tamaulipeco Rafael Guillén Vicente), según ellos para mantener callado al hocicón macuspano.
Lo que consiguieron fue enseñarle el caminito de la obtención de lana sin trabajar, y siempre pagada en efectivo.
El libro de Elena Valdés, quien por 18 años fue pareja de César Yáñez, mano derecha del mesías, pormenoriza el modus operandi de las transas macuspanas, que conforme fue pasando el tiempo crecieron en cuantía y opacidad.
Los pejhermanos Martín y Pío mostraron a nivel nacional cómo funciona la transa de lana en riguroso efectivo, para no dejar rastro de que la lana se fue a los bolsillos del Iluminado. Hágase tu voluntad así en la transa como el la aportación, amén.
¿Otro ejemplo? Delfina Gómez, candidata de incapacidades diferentes que le robó dinero a los trabajadores de Texcoco para dárselo al mantenido del sur.
Más: su «gobierno legítimo», iniciado en 2008 tras ser derrotado por Calderón (uso y costumbre tabasqueña que importó a nivel nacional para sentirse presidente de algo) costaba 30 millones de pesos de esos años al mes, manejados en total opacidad, como documentó Milenio. Muy caro para una charlotada que no gobernaba nada ni tenía competencia para tramitar nada. ¿A dónde se fue toda esa lana?
Personajes de toda la élite pejista y militar son exhibidos en el texto. Son rateros (corruptos es demasiado suavecito) el Peje y tooooodos los que lo rodean. A ver con qué maroma pretende desmentir o distraer sobre sus corruptelas, pues el dinero que se ha transeado de gobiernos, partidos, de burócratas obligados a mantenerlo, de empresarios estafados y de narcomoches está en físico o en cuentas en algún lado. Y eso también se va a saber.
PD: Quedó pendiente lo de los Guacamaya Leaks y las trácalas del Ejército. A’i pa’ la que sigue.
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