Concurso de barbería

«La Grilla en Rosa» de Fabio -en versión cortita para grillar de volada- FB: @LaGrillaEnRosa

Que alguien me explique: el Congreso del Estado de Michoacán se acaba de sacar de la manga una de las cosas más salameras que se recuerden en la existencia de la secta oficialista, que compite todos los días en ver quién es más lambiscón o se arrastra más bajo ante el mesías de las dictaduras.

Y es que los dipus locales, basados en quién sabe qué yerba que fumaron, van a otorgar la presea «Melchor Ocampo», ni más ni menos que la más importante que tiene este estado tan chulo de bonito, a… el Peje. -Sí, en esta columneja el título de presidente es de quien lo trabaja, que no es su caso-.

El argumento de los dipus es, textualmente, «por haberse distinguido en prestar servicios eminentes a la República Mexicana y al Estado de Michoacán de Ocampo”.

Revisemos los «méritos»: ¿Servicios eminentes a lo que queda de la República Mexicana? Arruinarla desde antes de tomar posesión al cancelar el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que pudrió la economía nacional al grado de no crecimiento, salida de inversiones y negativa de nuevas empresas a invertir en México a pesar de tener una situación inmejorable por la disputa China-Estados Unidos. Paralización de todos los servicios de gobierno por la dizque austeridad que quitó medicinas, tratamientos, escuelas a mujeres, a niños, trabajos a burócratas, desaparición de fideicomisos para clavarse la lana comprando votos. Venderse al narco con tal de conseguir votos y puestos claves en los aparatos de gobierno estatales y nacionales. Recesión, inflación, crisis económica, toda gracias a amlo -en minúsculas a propósito-.

Los servicios eminentes a Michoacán de Ocampo: dejar crecer y dejar pasar todos los crímenes del narco y de los carteles de todos los colores y sabores, con episodios tan lamentables como el caso de Aguililla y Tierra Caliente, que duró meses incomunicada porque los mandones del crimen organizado destruyeron las carreteras de acceso a ciencia y paciencia de gobierno estatal y la gorda mirada del mesías ante esto. La escasez y crisis del limón que arruinó a los productores michoacanos, los principales de este fruto, que no pudieron sembrar gracias a los multicitados y activos señores de crimen organizado. La negativa de Estados Unidos a dejar que el aguacate michoacano entrara en ese país en la temporada que más se compra por los estadounidenses gracias a que los seres humanos amigos y protegidos del macuspanito amenazaron a al menos uno de los inspectores del Departamento de Agricultura de EU, cuyo visto bueno es indispensable para la exportación.

Podría seguirle de aquí a diciembre y no acabaría, por eso con lo anterior basta. Si esos son los «servicios eminentes» que la supervista de águila de los dipus vieron y consideran dignos de ser premiados, me gustaría saber qué serían los servicios no eminentes.

Luego de la minivisita a Biden, en la que todo lo que el Iluminado pudo hacer mal lo hizo peor, la carrera de barbería ha estado competida: la regenta títere de la CDMX diciendo que fue la gira más chiquitiguau que el mundo haya visto; los desgobernadores morenarquistas publicando desplegados de apoyo a los no logros conseguidos por su pejestad en Washington; la mascotiza y jilgueros del oficialismo viendo triunfos en donde sólo hubo otra doblada (Trump dixit) a YSQ. Y que llegan a esto los dipus michoacanos.

Melchor Ocampo ha de estar pensando que, tanta carrera y esfuerzo para obtener su planta como Héroe Nacional, para terminar en una broma de ceremonia como la que van a hacer en el Congreso local.

@Fabiocarton