Alito Traidorcito y el bocón calladito

«La Grilla en Rosa» de Fabio  -versión libre de respeto a los políticos-

Alito el Malito insiste en que a pesar de ser el Judas de la novela de la alianza opositora, su papel es el del chido que salva a la muchacha y por el que vemos un final glorioso y con él montado en un T-Rex yendo hacia el horizonte en la onda de «Indiana Jones 3».

Lo malo es que el papel de Alito el Malito es menos glorioso: es el santo más ojete del catecismo, y uno bastante bocón, por cierto. Este martes 13, retó a los dirigentes del PAN y el PRI a que rompan la alianza -cuando el que le dió en todotita la progenitora fue Alito- ya que él siente que tiene todas las canicas y el PRI solito puede ganar un chorro y dos montones de elecciones.

Se me hace que al coludo y traidor Alito ya se le flamearon los bujes, porque parece no darse cuenta que, muy gracias a él, lo que queda del PRI es un cascarón desprestigiado y al que su militancia está abandonando para irse a su versión 2.0, que es el partido Morenarco. El PRI, ese partidote que la hizo gacha por décadas, que era omnipresente y todopoderoso, escuela y universidad de todos los rateros corruptos imaginables, el Mesías incluido,  no puede decir siquiera que vive de sus viejas glorias; es ya un cadáver que muy pronto va a desaparecer o a convertirse en la enana blanca que es un partido satélite a la altura del Verde o del Partido del Trabajo.

Pero al «líder» perdedor de casi todas las gubernaturas tricolores se le hace que a él se la ve Sansón y se la peina Dalila, y por eso cree que tiene fuerza suficiente para ponerse de hocicón.

Que se lance solo y sin apoyos a ver de a cómo le toca en unas elecciones. Va a ver el fruto de su incansable trabajo de desmantelamiento del PRI y del asco que da la marca en el votante mexicano.

Alito lo único que hace bien es destruir, como se ve con la alianza opositora que había servido de dique para la oleada de corrupción y lambisconería que son los diputados y senadores de Morena a las órdenes del Iluminado.

Dejara de ser Amlito.

¿DÓNDE QUEDÓ EL HOCICÓN?

Volviendo con el mesías creador de todo lo visible (corrupción) y lo invisible (su eficiencia), había amenazado con que el mero día de la Independencia se iba a aventar un choro patriótico y decidor contra Estados Unidos, Canadá, contra la Señorita Laura y contra quien se deje porque le criticaron su contrarreforma eléctrica que impulsa monopolios ya muertos, energías sucias e ideas setenteras ridículas.

Dijo, poco menos, que le iba a mentar la máuser a los gabachos por pasados de rosca y por la cancelación de «En Familia con Chabelo». Si nos atenemos a los dichos del bocón de las 7, se los iba a tragar en chilpachole.

Pero que me le mandan secretarios de estado y, milagrosamente, el discurso nacionalista y echador se evaporó. En la reunión con los enviados gringos el braverito se portó manso como un gatito y doblado como siempre.

Una más del que le iba a contestar cada tweet ofensivo contra México a Trump y quien terminó yendo a aceptar todo lo que le ordenara y a aplaudirle a domicilio.