Teatro de títeres y ópera se fusionan en El retablo de maese Pedro

El_retablo_del_Maese_Pedro_Cenart_ALR_7125B29 de junio de 2015 (Maya Comunicación/Circulo Digital) Tras escucharse la tercera llamada, las luces del Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart) bajan de intensidad, una voz firme y clara sale de entre los asientos del recinto, es Sancho Panza, el fiel escudero de don Quijote, quien llama la atención de los asistentes para que escuchen una historia que quiere compartir.

 

De esa manera dio inicio la adaptación dirigida al público infantil de El retablo de Maese Pedro, del compositor Manuel de Falla (Cádiz, España 1876 – Alta Gracia, Argentina 1946), obra con la que arrancó el ciclo La ópera es puro cuento… y el ballet.

 

La historia que quiere compartir Sancho Panza es El retablo de Maese Pedro, protagonizada por Melisendra, esposa de don Gaiferos, a quien tenía cautiva el rey Moro Marsilio, un pasaje retomado de la obra clásica don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.

 

La obra, que reúne elementos propios de la ópera, música medieval y renacentista, el teatro convencional, el teatro de juguete y el teatro con marionetas, presenta a un Sancho Panza simpático que realiza sus movimientos al ritmo de la música, quien se encarga de explicarle al público que trabaja para don Quijote, un hombre que en sus ratos de ocio leía libros de caballería, pero que trastornado por lo que lee, decide ser un caballero andante y buscar a Dulcinea, una mujer producto de su imaginación.

 

Es escena aparece un estilizado don Quijote quien le pide a Sancho Panza lo siga, llegan a un hostal, piden asilo y comida, ahí Maese Pedro, un ex prisionero y ladrón los ve y teme por su vida, pues después de que don Quijote lo salvara de un traslado junto a otros delincuentes (al creer que eran víctimas) se burló de él cuando le pidió que la aventura se la contará a su amada Dulcinea.

 

Ahora Maese Pedro es un titiritero y relata historias en su teatro de juguete con marionetas y la ayuda de un trujamán. Don Quijote y Sancho Panza se sientan frente al teatrino y empiezan a escuchar sobre la historia de Melisendra, esposa de don Gaiferos, a quien tenía cautiva el rey Moro Marsilio; don Gaiferos logra liberar a su mujer pero son perseguidos por los moros, en ese momento de la historia don Quijote destruye el teatro y los muñecos, al creer a estos enemigos y con el fin de salvar a los fugitivos, acto que es presenciado con gran asombro y desesperación por parte de Maese Pedro quien no sale ileso ante el exabrupto de don Quijote.

 

La puesta de 50 minutos de duración, con la que se rinde homenaje a la memoria de Mireya Cueto; presenta diálogos que provocan las risas de los asistentes, marionetas y vestuarios llamativos, música en vivo ejecutada por cinco músicos, así como animación en una pantalla en la que también se proyecta lo que sucede en el teatro de juguete.

 

El retablo de maese Pedro, de Manuel de Falla, cuenta con la dirección musical de Andrés Sarre y la dirección artística, de escena y supervisión de Ignacio Miranda Hiriart y Pablo Cueto. El elenco está conformado por Luis Felipe Losada (bajo-barítono), Catía Ibarra y Rachel Albores (sopranos), Mauricio Jiménez (tenor), Héctor Hugo Peña y Jorge Caballero (actores).

 

Esta obra ofrecerá dos funciones más el domingo 28 de junio, a las 12:00 y 14:00 horas en el Teatro de las Artes del Cenart, ubicado en Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan, colonia Country Club. Localidades $60 adultos, $30 niños.

 

El ciclo La ópera es puro cuento… y el ballet también ofrecerá durante julio y agosto otros títulos: El doctor Milagro, La flauta mágica… según Papageno, Las aventuras de Pinocchio y Cri-crí.

 

Para consulta de programación y horarios visite: http://www.cenart.gob.mx/eventos/categorias/ninas-y-ninos/la-opera-es-puro-cuento-y-el-ballet-tambien/