Surge el Centro de Estudios Corales de Durango, un proyecto de impacto exponencial

09 de junio de 2015 (Maya Comunicación/Círculo Digital)  En un salón recién recuperado y remodelado del Centro Cultural de las Artes Plásticas, Museo de Arte Guillermo Ceniceros, se inauguró el Centro de Estudios Corales de Durango, cuya enseñanza estará fundamentada en el método aplicado por el director coral y maestro Guillermo Rábago, durante el Primer Seminario del Centro de Estudios Corales que tuvo lugar en Torreón en marzo del año pasado.

 

La directora del Centro de Estudios Corales de Durango, Sofía Salas, indicó que se trata de un proyecto por demás interesante por sus alcances. Por un lado está encaminado a resarcir el tejido social y por el otro se perfila para el estímulo de fomento de empresas culturales.

 

El centro de enseñanza está dirigido al público en general, de cualquier edad, pero sobre todo a docentes, directores de coro, cantantes profesionales y amateurs, o quienes cuenten con algún coro formado o cuyo interés sea formar uno nuevo.

 

“Una vez que los egresados concluyan con el programa impartido en este Centro de Estudios Corales, podrán tener posibilidades de iniciar proyectos propios que les den una forma de vida, que es lo que también buscamos. Nosotros los motivamos a que piensen en grande”, agregó.

 

El método de enseñanza, dijo, es muy dinámico y participativo, porque los alumnos tendrán la oportunidad de elegir libremente una pieza y sobre la práctica aprenderán cómo se lleva a cabo la dirección coral, las técnicas de solfeo y vocalización.

 

“Es un método que el maestro Rábago nos propuso, sobre todo para rescatar repertorio mexicano del siglo XX. Todo está respaldado por una metodología muy dinámica en la que los  jóvenes aprenden e investigan sobre la marcha”, comentó Sofía Salas.

 

En esta primera etapa se llevará a cabo un seminario de ocho meses, distribuido en tres sesiones por mes, que en total suman 120 horas, el cual inició el pasado 29 de mayo.

 

“En este primer ejercicio queremos ver cómo funciona y si hay necesidad de mejorar o ampliar el cupo. Originalmente estaba contemplado recibir 50 participantes, pero como hemos visto que hay mucha demanda no tenemos problema en aceptar a más gente. Las personas que se incorporen posteriormente recuperarán las horas perdidas y las puedan completar y obtener su diploma, el cual tiene reconocimiento oficial de valor curricular avalado por la Secretaría de Educación (SEED)”, agregó Sofía Salas.

 

Aseveró que hasta el momento se han rebasado las expectativas, por lo cual replantearán los alcances y se considerará tener ciclos de conciertos para promover la música coral y sobre todo finalizar esta primera etapa con un magno concierto, donde los coros que formen sean dirigidos por el maestro Rábago.

 

“Formar un coro puede ser desde escuelas primarias hasta asilos de ancianos, el objetivo aquí es impactar positivamente en la vida de las personas a través de la música. Se podría pensar que el impacto del proyecto per cápita es bajo, porque estamos hablando de la formación de 50 personas, pero hay que considerar que si los egresados logran formar coros de 100 personas estarán beneficiando a cinco mil  personas y familias, es un impacto exponencial”, detalló la rectora.

 

Después de las audiciones se registraron 50 aspirantes, sin embargo se amplió la convocatoria por iniciativa de Guillermo Rábago, quien decidió lanzar la invitación para gente que no quiera llevar estudios corales como tal, pero participar como oyente o simplemente como cantante.

 

Cabe precisar que el Centro de Estudios Corales está patrocinado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y por el Instituto de Cultura del Estado de Durango.

 

Las clases, prácticas y ensayos se realizarán en un salón y los jardines del Centro Cultural de las Artes Plásticas, Museo de Arte Guillermo Ceniceros, espacio multicultural y funcional que cuenta con lo necesario para llevar a cabo estas actividades, concluyó la directora del Centro de Estudios Corales de Durango.