Se impusieron otra vez los Chuchos

Política en Movimiento/ Angélica Beltrán

México, DF a 9 de noviembre, 2015 (Noticias México).- El triunfo de Agustín Basave Benítez como presidente nacional del PRD proclama una vez más, desde hace una década, la imposición de la corriente Nueva Izquierda para dirigir los destinos del partido.

La corriente Nueva Izquierda, mejor conocida como la de Los Chuchos, que encabezan Jesús Zambrano, Jesús Ortega, Carlos Navarrete, Guadalupe Acosta y Graco Ramírez, entre otros liderazgos, ha ganado fuerza y poder por las alianzas que ha logrado concretar con la élite del PAN y PRI.

La alianza con los presidentes de México Felipe Calderón del PAN y actualmente con Enrique Peña Nieto del PRI, así como con los líderes Gustavo Madero y Manlio Fabio Beltrones, ha permitido a la Nueva Izquierda mantenerse en la dirigencia del partido.

Así también, la ha colocado como la corriente hegemónica en medio del radicalismo de IDN de René Bejarano/Dolores Padierna y la tibieza de Foro Nuevo Sol, de Amalia García.

Y aunque estas alianzas con el PAN, primero y luego el PRI, a mi parecer favorecieron la gobernabilidad en momentos peligrosos de inestabilidad política, como en 2006 con el triunfo de Felipe Calderón en la presidencia de la República, también han restado fuerza al PRD, que dejó de ser la voz crítica de la sociedad frente a los excesos del poder.

Por citar dos episodios en que esa voz crítica fue disminuida: la “Guerra contra el Narco” de Felipe Calderón, en la que murieron miles de inocentes, misma que resultó ser una lucha engañosa para expandir el flagelo del narco bajo el respaldo del presidente michoacano.

Otro: la aprobación en el Congreso de la Reforma Energética, donde se privilegiaron las inversiones privados para operar en PEMEX y generar energías, quitando a la paraestatal la responsabilidad de generar, distribuir y vender la energía, lo cual constituye a nivel mundial un asunto de seguridad nacional.

Eso fue posible a partir del Pacto por México firmado por el presidente Enrique Peña Nieto y las dirigencias del PRI y el PAN, al que se unió el PRD con Jesús Zambrano como presidente nacional, quien aceptó apoyar reformas estructurales que en otras circunstancias el perredismo no hubiese suscrito.

La solidez de la alianza entre Nueva Izquierda y el PRI se mostró en la Cámara de Diputados en la pasada legislatura donde con una “izquierda complaciente”, el entonces coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, logró sacar adelante las reformas estructurales.

No es ningún secreto que Nueva Izquierda ha encontrado desde hace prácticamente una década, mejor coordinación con el PRI y el PAN, que con el resto de las corrientes del PRD en eso de hacer política y leyes.

Por lo que las mancuernas históricas entre Felipe Calderón-Jesús Ortega y Manlio Fabio Beltrones-Jesús Zambrano serán sin duda el camino trazado que seguirá la nueva dirigencia del PRD con Agustín Basave, ya que éste pertenece a la corriente Nueva Izquierda, no obstante su perfil de militante neutral.

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