Michoacanos desarrollan un biocombustible con nopales

En Zitácuaro, Michoacán, dos campesinos están innovando la forma de hacer combustibles sustentables, con lo que esperan que en los próximos años las gasolineras se vean desplazadas por campos de nopal.

Don Rogelio y don Toño consolidaron la primera planta del mundo en generar combustible a base del esta cactácea: Nopalimex.

Fue hace 10 años cuando Rogelio Sosa López, productor de tortillas, comenzó a analizar una alternativa para cubrir su gasto más fuerte en el negocio: el combustible y la electricidad.

“Fue como empezamos a recoger el equipo viejo que teníamos por ahí y empezamos a construir la planta”, contó don Toño a MILENIO, quien trabajó como herrero, albañil, carpintero, electricista y como empleado de mantenimiento en Pemex. Sumó las experiencias de cada empleo e ideó un proyecto que diera resultados, “y a prueba y error fuimos encontrándole fallas hasta que logramos producir metano y bajar los costos entre 40 y 50 por ciento, dinero que se invierte en mejorar la planta”, destacó.

Así pasó una década entre el campo y los sembradíos de nopal y guayaba, hasta que el año pasado lograron consolidar como marca formal Nopalimex. Los árboles de guayaba, como se esperaba, fueron sustituidos por nopales que ayudarán a seguir con el proyecto. La planta consta de dos hectáreas en donde se siembran los nopales y se realiza el proceso. También está ahí la tortillería que se abastece de electricidad, gas y la materia prima desde el mismo lugar.

Don Toño explicó el proceso que pareciera sencillo, pero requiere de precisión: primero se muelen los nopales en una máquina especial que genera “como un licuado” que se envía a grandes contenedores para mezclarlo con agua a 38 grados, “temperatura ideal para que se desintegre el nopal y desprenda metano”.

Después se manda a contenedores de limpieza de ácidos sulfúricos, se extrae el CO2 y se logra una concentración de metano de 96 por ciento.

Pero además, don Toño presume que el proceso es completamente sustentable. Los residuos que se generan son agua con extractos de nopal que usan para regar los éstos, y fibra que se usa como abono o composta, con la que hacen pruebas para sembrar rábanos.

Lo más importante de este proceso es que generaron un proyecto que nunca idearon, este gas también funciona para los vehículos.

Desde hace un par de años, abastecen dos autos de prueba con este gas. Cada carga de 4 mil 600 litros comprimido a 2 kilos y medio alcanza a rendir hasta 200 kilómetros a una velocidad máxima de 130 kilómetros por hora. El costo por litro es de 10 pesos.

Para 2018, Nopalimex logrará abastecer con este combustible a las patrullas, ambulancias y autos de las áreas administrativas del gobierno de Zitácuaro.

“Nosotros somos su primer cliente, el gobierno de Zitácuaro va a ser el primero del mundo en moverse o en que sus vehículos se muevan con nopales, destacó el alcalde del lugar, Carlos Herrera.

“Si hoy el gobierno municipal consume 11 millones de pesos en combustible y la tendencia de éste en el mundo es que aumente, nosotros con el convenio con Nopalimex, vamos a reducir en 40 por ciento el costo del consumo”.

Los autos tienen que equiparse con un pequeño tanque para que se almacene el biogás, un vaporizador y un contenedor de nitrógeno que permite potencializar la carga. Por lo que el alcalde precisó que los primeros dos años, el ahorro sería de 30 por ciento y no de 40, pues el resto se emplearía para el equipamiento de la flotilla de vehículos. “Pero no invertiremos ni un peso en eso, del propio ahorro podrá pagarse”.

De acuerdo con don Rogelio, dueño del proyecto, el gobierno estatal está interesado en invertir y será quien pague el equipo que requieren para producir la cantidad de biogás suficiente para concretar el convenio.

Además, hace una semana, un grupo de españoles viajó hasta Cemémbaro, la localidad de Zitácuaro en donde se ubica la planta para conocer el proyecto. Se ofrecieron a invertir y buscar clientes a escala internacional.