La primera visita de un presidente de México al municipio de Nicolás Flores, en medio de la huasteca hidalguense, fue para inaugurar una casa de estudios indígena, celebrar anticipadamente el Día del Niño con los alumnos, y presentarles la reforma educativa como el mejor regalo para la niñez nacional.
Frente a un centenar de niños, el presidente Enrique Peña Nieto explicó que la Reforma ha ido «venciendo barreras» con la capacitación a los maestros, mejorando la infraestructura de escuelas y cambiando los contenidos educativos.
El jefe del Ejecutivo federal inauguró este viernes la Casa del Niño Indígena «Nicolas Flores», para albergar de lunes a viernes a 106 niños y jóvenes.
Estos centros atienden a 75 mil 246 niños y jóvenes en todos los niveles académicos, desde preescolar hasta nivel superior, con hospedaje y alimentación.
Peña Nieto se comprometió a que antes de terminar su sexenio 50 casas más serán rehabilitadas; con este propósito se asignarán en 2017 un total de 188.4 millones pesos.
Por su parte, el gobernador Omar Fayad, también comprometió su administración en pro de la educación y también de la salud, sobre todo ante la crisis de abastecimiento en comunidades como Nicolás Flores, dónde 8 de cada diez son pobres.
