Le Corbusier será recordado en una mesa de reflexión a celebrarse en el Palacio de Bellas Artes

14 de agosto de 2015 (Maya Comunicación/Circulo Digital) La influencia de Le Corbusier en Luis Barragán no solo provino de lo que el arquitecto mexicano leyó sobre su colega franco-suizo, sino de la gran amistad que debieron tener, comprobada con una serie de cartas que debería ser aún más conocida.

 

Lo anterior fue expresado por la investigadora Louise Noelle, quien participará, junto con los arquitectos Víctor Jiménez y Carlos González Lobo, en la mesa de reflexiónLe Corbusier a 50 años de su fallecimiento, la cual tendrá lugar el lunes 17 de agosto a las 19:00 horas la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

 

Es un hecho que Charles-Édouard Jeanneret, mejor conocido como Le Corbusier, uno de los más importantes exponentes de la arquitectura moderna mundial, nunca vino a México. Sin embargo, esto no implicó que haya mantenido una distancia con la arquitectura mexicana, que va más allá de la consabida influencia que ejerció en Juan O’Gorman (a quien no conoció), pues fue cercano a importantes arquitectos mexicanos como Barragán, refirió la especialista.

 

“Supongo que Barragán conoció a Le Corbusier en casa de Carlos de Beistegui, mexicano radicado en París, y quien era cliente de Le Corbusier”. En las mencionadas cartas, el arquitecto franco-suizo presentó al entonces joven Barragán a unas de sus clientas, para que le permitiera visitar dos casas que construyó.

 

“Esto quiere decir que Barragán y Le Corbusier tuvieron que haberse conocido muy bien y tenido mucha confianza para que este escribiera unas cartas y molestara a una de sus clientas, ya que se sabe que Le Corbusier no era fácil de tratar”.

 

La investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México agregó que estas cartas “deberían ser más conocidas,” ya que, a pesar de ser una prueba clara de la amistad y la influencia sobre uno de los arquitectos más importantes de México, no se ha hecho mucha referencia a ellas.

 

Después de la aparición de Le Corbusier, todo tiene sus huellas

 

“Todo lo que se ha hecho después de Le Corbusier, en menor o mayor medida, tiene huellas de él, porque, como figura fundadora de la arquitectura  moderna, se metió en los tejidos de la arquitectura actual”, señaló por su parte Víctor Jiménez.

 

“Me parece una iniciativa muy acertada darlo a conocer más allá de los recintos universitarios, sobre todo al tratarse de una figura tan importante que llena gran parte del siglo XX, incluso más allá de su muerte en 1965.

 

“Lo que quiero resaltar en esta participación es que la presencia de Le Corbusier no fue marginal, ni se le puede reducir a la influencia que ejerció en Juan O’Gorman.

 

“Le Corbusier fue una presencia constante en los medios internacionales, gracias al enorme talento publicitario que tuvo: escribió en revistas, publicó varios libros y tuvo la enorme habilidad de crear frases muy pegadoras que son recordadas fácilmente en forma de máximas, casi como revelaciones del Monte Sinaí. Fue cualquier cosa menos un desconocido”.

 

Sin embargo, puntualizó, la arquitectura en general, incluyendo la mexicana, es deudora, a veces sin notarlo, de Le Corbusier más de lo que se cree: “Fue y continúa siendo una influencia prominente, al lado de la Bauhaus o de Ludwig Mies van der Rohe, ya que es innegable su talento como arquitecto.

 

“Le Corbusier fue un arquitecto, diseñador y artista que tenía la cualidad de renovar su lenguaje con gran facilidad, y lo que hizo a sus 20 o 30 años no fue lo mismo que a sus 40 o 50. Incluso, ya al final de su vida, realizó nuevos proyectos como la Capilla de Ronchamp o el Convento de Sainte Marie de La Tourette, que son una ruptura no tanto con el siglo XIX, sino con su propia trayectoria”.

 

A decir del arquitecto, la mayor influencia de Le Corbusier en México es la de su primera etapa: “De ahí nacieron el complejo arquitectónico de Ciudad Universitaria o los multifamiliares de Mario Pani, deudores no tanto de las formas, sino de las ideas de Le Corbusier de hacer una nueva ciudad que acabara con los esquemas ya existentes”.