La CNTE, sin sana distancia.

 

Por: Horacio Erik Avilés Martínez

Durante los últimos días, la CNTE ha demostrado que sigue con una gran cantidad de ambiciones pendientes en su agenda, derivadas de su proyecto político-sindical de siempre, con el que busca adueñarse de la educación y sus recursos, por lo cual están movilizándose por razones que no se atreven a sincerar ante la opinión pública, pero que merecen mayor explicación en un diálogo y debate honesto con la ciudadanía.

Aún supuran las heridas de su más reciente escisión interna, donde ambos bandos exhibieron la corrupción imperante en la Coordinadora. Bien valdría la pena que resolvieran con democracia y transparencia sus problemas intestinos antes de salir a generar más problemas a la sociedad y a su gobierno, ya que con ello demuestran nula empatía con la situación que se vive actualmente.

Entre la CNTE hay mucho encono guardado, que se destila en redes sociales y de cuando en cuando a través de sus acciones de siempre, por lo que se augura que la actual etapa de desescalada implicará para ellos un retorno a la movilización y a las acciones de presión hacia el gobierno para obtener recursos, posiciones y privilegios.

Lo favorable es que durante el confinamiento disminuyeron su eterno hostigamiento hacia los maestros, presionándoles a toda costa para salir a movilizarse, lo cual ayudó a refrendar la vocación docente y a reducir a su justa dimensión las vociferaciones de las cúpulas. Cada vez son menos quienes se enganchan, bajo coerción o ambición con ellos. Hoy, llegaron al extremo de triplicar la oferta de puntos para su “marchómetro” a quienes decidan  a incorporarse a la movilización de los normalistas.

Una acción que requiere intervención inmediata de la autoridad es desconocer las promesas de permutas, cambios de adscripción, becas y ascensos que han realizado desde la CNTE, sin contar con atribuciones para tales efectos.  Lo que no se ha explorado es que ellos a la vez cobran como trabajadores de la educación, por lo que incurren en responsabilidades en cuanto a servidores públicos respecta, por lo que se espera se actúe en consecuencia.

Hoy, sus causas se han deslegitimado y reducido al absurdo, ya que es claro ante la sociedad que nadie está perdiendo su escolaridad, que las normales no se cierran, ni tampoco está en juego su estabilidad laboral, por lo que se exhibe muy claramente que lo que menos les interesa a las cúpulas de la CNTE y de la ONOEM es el bienestar, la salud y la seguridad de sus integrantes, a quienes movilizan impunemente, buscando presionar a la autoridad ignorando las medidas sanitarias, tanto en protestas locales como nacionales. Han provocado incidentes lamentables en el pasado y durante el actual confinamiento, en aras de obtener todos los recursos posibles. Han generado como reacción, la aplicación de medidas disciplinarias por parte de las autoridades estatales, tales como la remoción de personal directivo y docente quienes presuntamente generaron o permitieron las movilizaciones, así como la vinculación a proceso de militantes de ambos movimientos. Desde ya, hay que hacer responsables a quienes están detrás de las movilizaciones de la ONOEM y de la CNTE de cualquier posible contagio de sus militantes, así como de los posibles actos ilícitos y de corrupción que se pudieran llegar a cometer, tanto en la presión que realizan como en alguna eventual intentona de cederles prerrogativas al margen de la ley por parte de algún servidor público tibio o corrupto.

Todo ello, empaña la legitimidad que pudieran entrañar algunos puntos de sus pliegos petitorios, porque luchar por algunos derechos laborales violentados no les brinda patente de corso para violentar el estado de derecho, ni los derechos humanos de la sociedad, estudiantes, maestros, familias ni el presupuesto educativo.

Exijamos  que la autoridad intervenga al respecto y que cada acto que realice sea siempre conforme a derecho, poniendo al centro el interés superior de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en torno a su aprendizaje.

Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles

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