Gobierno y rebeldes en Siria matan de hambre a civiles: ONU

Ginebra, Suiza, 23 de junio 2015 (Círculo Digital).- Fuerzas del gobierno de Siria y milicias rebeldes incluyendo el Estado Islámico (EI) utilizan el asedio y la falta de acceso al agua y alimentos hasta que los civiles mueren de inanición, reveló un nuevo informe de Naciones Unidas.

«El uso de los sitios y la negación del acceso humanitario a los civiles sirios ha obligado a sufrir privaciones extremas durante meses, a veces años”, citó el informe.

Como resultado de ello resulta «impensable como es que algunos – incluyendo niños – han muerto de inanición, deshidratación y enfermedades”, afirmó el último reporte de la Comisión de Investigación de Naciones Unidas (ONU) sobre Siria.

El Gobierno, refiere el reporte, sigue asediando el campamento de Yarmuk, en Damasco y la zona del este de Ghouta y Zabadani en la campiña de Damasco.

«Estos cercos están en curso durante más de dos años y han dado lugar a que los civiles mueran de hambre, o que mueran por enfermedad o lesiones sufridas durante los bombardeos aéreos”, indicó.

Con el acceso a suministros médicos recortado, hay poca o ninguna atención médica disponible, resultando en muertes por lesiones normalmente tratables, observó.

«Los entrevistados del interior del campamento de Yarmouk describen comer animales domésticos y las hojas en un intento por sobrevivir”, lamentó la Comisión.

«Se estima que el 40 por ciento de los niños en el campamento de Yarmouk sufren de desnutrición”, añadió.

Además, el informe hace hincapié en que la negación y obstrucción de alimentos y otros artículos indispensables para la supervivencia de la población civil tiene como objetivo obligar a las zonas conflictivas a la sumisión.

Esto como parte de la estrategia continua del gobierno de obligar a los civiles a «la rendición o morirse de hambre», sostiene el informe.

Este reporte que actualiza sobre la situación en Siria fue presentado al Consejo de Derechos Humanos por el presidente de la Comisión de Investigación, el brasileño Paulo Pinheiro.

Por su parte, grupos armados antigubernamentales han impuesto cercos alrededor de las ciudades de Nubul y Zahra en Alepo y más recientemente en torno Foua’a y Kafria en Idlib.

Agregó que la situación en estos pueblos «se informa extrema» con poco, o incluso ningún acceso a los alimentos o medicamentos.

«En particular, se necesita desesperadamente la leche para los niños”, refirió el informe de la Comisión.

Además, los grupos armados antigubernamentales han deteriorado deliberadamente el suministro de electricidad y agua a los barrios controlados por el gobierno en Deraa y Aleppo, privando a los civiles de acceso al agua potable y el saneamiento.

El informe recordó que el derecho internacional humanitario prohibe utilizar el hambre como método de guerra y recordó el trauma psicológico severo que caracteriza a las comunidades sitiadas.

Sumado a los estados de sitio, los ataques indiscriminados y desproporcionados contra los civiles, «han llegado a caracterizar esta guerra brutal”, subrayó la Comisión.

Asimismo, llamó al Consejo de Seguridad a encontrar una vía para la rendición de cuentas que resulta «urgente y esencial».

Argumentó que «el Consejo de Seguridad debe abrir un camino a la justicia para las víctimas y remitir la situación de Siria a la Corte Penal Internacional”.

Finalmente, deploró que «un sentido de desesperación se ha apoderado de la población civil atrapada en un espacio sin alimentos y con frecuentes bombardeos”. (Notimex)