Exhibe el Museo Casa del Risco exposición que sondea el orden oculto de la existencia

Ciudad de México, 7 de mayo 2015 (Maya Comunicación/Círculo Digital).- La exposición Rumores del silencio. Tiempo de Presencias y ausencias tiene como punto de partida un proceso de investigación personal que emergió del anhelo de sondear o investigar el orden oculto de la existencia, buscando un acercamiento a la representación de los secretos del mundo, desde la variedad y consistencia de la materia.

 

El Museo Casa del Risco alberga la más reciente muestra de la artista visual María Angélica González Dávila (Ciudad de México, 1963), integrada por aproximadamente 70 piezas entre instalaciones, grabados al estilo oriental, monotipos, escultura, pintura al óleo y fotografía, realizadas por la creativa en los últimos siete años.

 

En entrevista con Conaculta, la artista formada como escultora en el taller del maestro Ricardo del Río, explicó que reflexionar sobre el orden oculto de la existencia es un interés que se ha hecho presente con más intensidad en los últimos años de su vida, por lo que ha realizado un trabajo paralelo de investigación académica a través de una maestría en análisis de la imagen.

 

“Actualmente estoy trabajando en mi tesis de doctorado en la hermenéutica del símbolo porque me interesa encontrar o comprender las acciones humanas, a partir de las mías, a través del símbolo; es un trabajo paralelo de investigación combinado con la creación artística personal”, detalló.

 

La creativa, quien ha presentado más de 15 exposiciones individuales, señaló que el tiempo es un tema recurrente en su obra. “El ser humano vive como en un paréntesis dentro de la eternidad que se ubica en este tiempo que es sólo de los seres vivos, y es un tema siempre presente para mí porque todo lo que hacemos es inmerso en este pequeño paréntesis”.

 

La artista plástica refirió que en muchas de sus obras hace autoanálisis con el objetivo de lograr comprender su interior. “Trato de entender los procesos interiores en mí misma y los procesos humanos, porque como dice una frase antigua ‘Hombre soy y nada de lo humano me es ajeno’”.

 

Agregó que los seres humanos durante su vida tratan de comprender grandes interrogantes, como: por qué estamos aquí, a qué venimos, quiénes somos, el nacimiento, la muerte, por qué se acaba la vida; temas que también aborda en su trabajo artístico.

 

La ganadora del premio de selección, Concurso Toresma, Madrid, España (2004), compartió que a través de su trabajo creativo aprende de ella misma y está aproximándose a secretos de la vida. “Son cosas inadmisibles que nunca vamos a poder controlar, manejar ni entender al ciento por ciento, pero sí se nos van abriendo algunas maneras de comprensión más profundas, y esa ha sido la historia de mi trabajo”.

 

Las cerca de 70 piezas que integran Rumores del silencio. Tiempo de Presencias y ausencias están distribuidas en las seis salas del recinto ubicado en la Plaza de San Jacinto 5 y 15, en San Ángel, entre éstas la instalación de arte-objeto Corazón latente, realizada para esta exhibición en específico.

 

Corazón latente habla de los procesos de madurez del corazón del hombre, está representada con siete corazones de cera que hablan de siete niveles espirituales del ser humano. Esta pieza indica que a través del transcurso de la vida el corazón del hombre se convierte en uno amoroso”.

 

Agregó que esta obra invita al espectador a mirar y a tener una experiencia fuerte y conmovedora de acercarse a un corazón humano, con lo que se simula la situación real que experimenta un ser humano cuando se acerca a otra persona que le muestra su corazón.

 

Al referirse a otras de sus piezas presentes en la muestra que estará abierta al público hasta el próximo 24 de mayo; María Angélica González Dávila explicó que trató de darle sentido a cada sala y todas sus piezas tienen que ver con todo.

 

“En la primera sala hablo del símbolo de la esfera que tiene cualidades que la razón humana le ha dado al ser supremo o a la totalidad. Desde el centro de una esfera suspendida se ven frases neoplatónicas y de grandes pensadores acerca de lo que es la totalidad”, explicó.

 

En la segunda sala señaló que hay grabados al estilo oriental en los que plasmó imágenes de seres vivos, muertos o fosilizados que han sido testigos del tiempo, las cuales las combinaron para reflexionar sobre el enorme valor que tiene la naturaleza. En este mismo espacio hay una pieza en la que se observan unas manos que sostienen una concha que está dando a luz cinco perlas.

 

Indicó que en la tercera sala hay una reflexión autobiográfica, y que en ella se puede ver la pieza Devenir, una caja de objetos o elementos de la naturaleza que creó con la idea de transmitir la sensación o el concepto de que el ser humano es un ser efímero.

 

María Angélica González agregó que hay otras piezas que hablan de los procesos personales, el tiempo, la guerra y el anhelo de paz entre las personas; así como óleos que hacen referencia a la vida del ser humano que en el trayecto se encuentra con miembros de una familia espiritual que lo acompañan en el trayecto de la vida.

 

La muestra incluye la pieza Unidad en la inagotable dualidad, con la que María Angélica González obtuvo el Premio Internacional Lorenzo el Magnífico, Medalla de Oro, premio del Presidente en la VII edición, Bienal de Florencia (2009).

 

Indicó que dicha instalación está compuesta por un autorretrato en escultura que está sobre un ajedrez, cuya escultura tiene una máscara negra y blanca, una en cada mano. Las piezas blancas representan cualidades espirituales, las negras los elementos u objetos a los que el hombre se apega en la vida y que lo limitan en su crecimiento interior.

 

“Quise hacer una reflexión en el tema de que los seres humanos somos duales, que continuamente están buscando su libertad, y que para progresar tienen de vez en cuando ir deshaciéndose de sus apegos, desaferrándose a cosas que tienen en la mente”.

 

La artista, cuya introducción al arte fue a través de la música, señaló que la exposición está dirigida a todos los seres humanos con el ánimo de tener un diálogo a través de la diversidad de historias humanas que se exhiben.

 

Finalmente María Angélica González Dávila expuso que el arte es un camino de introspección que se va manifestado a través de procesos personales que el artista va teniendo de crecimiento interior, de comprensión e interés por algunas cosas.

 

La muestra Rumores del silencio. Tiempo de Presencias y ausencias, de María Angélica González Dávila, se exhibirá hasta el 24 de mayo en el Museo Casa del Risco, ubicado en Plaza de San Jacinto No. 5 y 15, colonia San Ángel. Horario: Martes a domingo de 10:00 a 19:00 horas. Entrada libre.