En el lenguaje inclusivo, hay quienes han optado por eliminar el ‘a’ en lo femenino y el ‘o’ en lo masculino, ahora utilizan la terminación ‘e’ para referirse a las personas no binarias y agénero.
Aún más, hay quienes han optado por criar a sus hijos sin un género definido.
La actriz Kate Hudson ha decidido criar a su bebé como lo que es un bebé, ni niña, ni niño, eso lo decidirá, dice, cuando sea mayor.
En octubre de 2018 nació el tercer hijo de Kate Hudson en un cuerpo normativo que la sociedad identifica como el de una niña, sin embargo, lejos de ponerle moños color de rosa y enfundarle vestidos, la actriz ha decidido darle la libertad de ser elle misme hasta que sea mayor.
Kate y su pareja actual Danni Fujikawa decidieron llamarle Rani Rose, un nombre que consideraron neutro y puede atribuirse a niño o niña.
La actriz estadunidense ha dicho que utilizar pronombres neutros como elle, permite al bebé jugar todo tipo de juegos y no encasillarse en un rol definido.
Cuando Rani sea mayor, asegura Kate, ya elegirá con que género se identifica o quizá, el hecho de haberle educado sin género ayuda a que no se identifique con ninguno y sea simplemente una persona libre.
La cantante Pink es una de las pocas artistas que también ha criado a sus hijos con género neutro ha dicho que no quiere imponer los roles tradiciones de género a sus dos hijos, Willow de seis años y Jameson de 11 meses.
“Vivimos en una casa donde no tenemos etiquetas” dice la estrella sobre la familia que formó junto a su esposo Carey Hart.
Así, un viejo estereotipo cultural ya fue superado, todo parece indicar que el azul y el rosa en los bebés son colores que para muchos ya están pasados de moda…
Los niños criados sin doctrinas ética lingüística, tarde o temprano, acaban con sus progenitores por haberles velados las realidades de este mundo «profecía cumplida» y se dan cuenta de que sus modos de vivir arrítmico de nada les sirve para la iniciación.
Por eso se ha dicho que los niños deben saber y aprender a convivir al ritmo múltiple de la naturaleza y no estancarse al ritmo monótono.