Vicente Quirarte habló sobre su próxima publicación, en el ciclo Leo… luego existo

“La literatura no es una huida de la realidad, sino una entrada más profunda a ella”, expresó el escritor Vicente Quirarte en entrevista, a propósito de su participación en el ciclo Leo… luego existo, que se llevó a cabo el domingo 26 de julio en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde se leyó un fragmento de la que será su siguiente publicación: Melville en Mazatlán.

 

Ante una sala casi llena, donde se encontraban amigos y, sobre todo, lectores, Quirarte explicó que su próximo libro, una obra de teatro, es una conversación entre el Herman Melville de 25 años de edad y el Melville de 60, en torno a la imposibilidad de crear.

 

“Es un tema en el que he trabajado mucho y es muy recurrente en mi obra, que abordo desde el primer libro de poemas que publiqué: Vencer a la blancura”, refirió.

 

“En este diálogo, el Melville maduro, que lleva 20 años sin escribir y cuyo hijo se suicidó, habla sobre cómo concibió Moby-Dick sin decirlo, todo sugerido, porque el joven escritor piensa que para hacer una obra maestra se necesita tiempo, y finalmente el escritor maduro le responde que la persona quien concibió la novela tenía 30 años de edad”.

 

Para el también ensayista, la obra se presenta como un “homenaje al impulso de la creación; al impulso erótico en el más amplio de los sentidos; al impulso decadente, melancólico, del hombre maduro, que se va alimentando de los ánimos del escritor joven.

 

“También aprovecho para hablar de acontecimientos reales de la vida de Melville”: sobre cómo escribió su novela, publicada póstumamente, Billy Budd, y acerca de algunos mitos urbanos alrededor del autor neoyorquino en Mazatlán, Sinaloa. Por ejemplo, que se le veía tomar su cerveza Pacifico, cuando aún no existía”.

 

A propósito de su nueva publicación, el miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua señaló que ante los tiempos turbulentos hay que escribir más: “Decía Theodor Adorno que después de Auschwitz ya no se podía escribir, pero es al contrario. Mientras más violencia tenemos, mientras más terrible es la vida, hay que buscar ese reino de la imaginación que nos mete más profundamente en la realidad.

 

“Para mí, la escritura es una salvación; es una manera, como decía Pessoa, de estar solo, pero también una manera de establecer ese vínculo con quién sabe qué oído”.

 

La lectura se llevó a cabo con la participación de los actores Arturo Ríos, Elena de Haro y Pedro de Tavira, bajo la dirección de Eduardo Ruiz Saviñón.