Falsa unidad priista se refleja en debacle electoral

Política en Movimiento

Angélica Beltrán

CDMX a 9 de junio, 2016 (Noticias México).- Dicen en los círculos políticos que el PRI sólo le gana al PRI. Esto es, cuando los priistas se dividen, pierden. Aunque sobreviven ocultos en el PAN o PRD, partidos a los que impulsan y hacen que ganen elecciones.

Así, el ex presidente priista Ernesto Zedillo tendió la mano a los panistas, y en el año 2000 se logró la primera alternancia en el gobierno federal, con el triunfo de Vicente Fox como presidente de la República.

En Sonora también se registró la alternancia en 2010, con Guillermo Padrés, gracias al ex gobernador y entonces senador de la República, el priista Manlio Fabio Beltrones, quien dio su respaldo al candidato del PAN, y la espalda a Alfonso Elías Serrano, candidato del PRI, por ser delfín del grupo priista rival encabezado por Eduardo Bours.

Bajo este mismo esquema se operó en Quintana Roo en las recientes elecciones. El hoy gobernador electo, Carlos Joaquín González, candidato de la coalición PAN-PRD,  –ex priista y ex subsecretario de turismo federal del presente gobierno de Enrique Peña, fue también el oculto candidato del PRI, pero del grupo del sonorense Beltrones Rivera.

Por otro lado, el triunfo de la alianza PAN-PRD en Veracruz, el estado considerado la joya de la corona en estas elecciones, se puede observar, fue posible debido a la pugna entre peñistas y beltronistas, ya que los candidatos peñistas se impusieron sobre los de Beltrones; cuyo grupo ha sido relegado desde la elección del candidato presidencial en 2012, cuando EPN fue el elegido en vez de Manlio.

El PRI con Alejandro Murat ganó Oaxaca, pero al interior del PRI se dudaba de dicho triunfo ya que la pugna en la elección del candidato se afianzó entre priistas que respaldaron a “Pepe Toño”, quien finalmente salió del partido y contendió por las siglas PAN-PRD.

Y si bien el PAN y PRD han logrado avances en la apropiación de espacios políticos, gobiernos y representatividad, lo cierto es que el PRI sigue infiltrado en estos partidos que hoy son la llamada alternancia.

La división priista continua, y la falsa unificación en el PRI, ha quedado registrada en la historia del partido con la crisis política de 1994, cuando se enfrentaron salinistas contra camachistas y luego camachistas contra zedillistas.

El PRI sólo le gana al PRI y en estas elecciones intermedias del 2016 la tendencia es que el PRI siga dividido, básicamente entre peñistas y beltronistas; pugna que lejos de diluirse se agudizará en la antesala de las elecciones del 2018.

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