LinkedIn, la red profesional que cada vez se parece más a Facebook

Un hombre con pajarita sonríe a la cámara en una postura que sugiere que está haciéndose un selfie. No está solo. Junto a él, algo menos sonriente pero perfectamente reconocible, está David Beckham. Nada nuevo bajo el Sol. ¿Quién no se ha sacado alguna vez una foto junto a una celebrity con la que ha coincidido en algún sarao para enseñársela luego a sus amigos y fardar un poco de relaciones en Facebook? Solo que en este caso (real) el autor de la instantánea la usó como la imagen de su perfil de LinkedIn.

Dado que esta red social tiene, en principio, una clara orientación profesional, no parece el mejor foro para este tipo de frivolidades… ¿O sí? Porque lo cierto es que, de un tiempo a esta parte, la red de networking profesional más grande del mundo se está poblando de fotografías, post y comentarios de carácter personal o que parecen más centrados en alimentar el ego de sus protagonistas que en mejorar su nivel de contactos. Y por esta razón hay quien se pregunta si esta red no se estará convirtiendo en el nuevo Facebook o Instagram.

¿Vanidad o comunicación?

“Dospuntocerolandia nos permite enseñar y demostrar lo que nos hace valiosos, y eso es genial”, dice Andrés Pérez Ortega, experto en marca personal. “El problema” continúa, “está en que en lugar de mostrar y compartir ese valor, mucha gente pone el foco en sí misma”. En otras palabras, lo importante ya no es si alguien ha impartido una conferencia interesante, sino la foto del protagonista subido a un escenario, con un enorme video wall a su espalda, en actitud gesticulante y dirigiéndose a la audiencia a través de un micro de diadema. ¡Y funciona! Porque “aunque la charla haya sido un desastre, la ‘fotaca’ impresiona, circula por las redes y al final uno se queda con la impresión de que nos encontramos ante el nuevo Steve Jobs”, dice este experto.

¿Se ha convertido Linkedin en un escaparate en el que airear vanidades? Para Pérez Ortega, un poco sí. “Hemos pasado de mostrar tu trabajo (‘business show’) a convertir tu trabajo en un espectáculo (‘show business’). Y esto puede funcionar muy bien para una vieja gloria en Las Vegas, pero no para un mando intermedio de una empresa de conservas de tomate”.

Según el sociólogo y profesor de ESIC, Juan María González-Anleo, el narcisismo se ha convertido en una patología social normalizada e incluso fomentada. “Nos encanta mirarnos, estudiarnos a nosotros mismos. Porque de ahí salen nuevas facetas, nuevas vetas, nuevos yoes”. Y es que hoy las personas, a lo Bowie, son exploradores de identidades. E Internet se postula como el entorno ideal para ello. “En cada momento tratamos de proyectar una imagen de nosotros mismos acorde con lo que interpretamos como exigencias del entorno, en el caso de Linkedin, profesional”, añade.