Celebró el INBA a la segunda generación de graduados de la maestría en investigación de la danza

28 de julio de 2015 (Maya Comunicación/Círculo Digital)  Con la segunda generación de graduados (2013-2015) de la maestría en investigación de la danza, única en su género, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) no solo se coloca a la vanguardia en la formación de posgrados de arte, sino que además asienta una tradición.

 

Lo anterior fue señalado por el subdirector general de Educación e Investigación Artísticas del INBA, Jorge Gutiérrez, durante la ceremonia en la que se graduaron los 17 alumnos de la segunda generación de la maestría, el sábado 25 de julio en el Aula José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes.

 

“Hace cuatro años, el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi Danza) del INBA cristalizó esta iniciativa. Desde su apertura en 2011 al día de hoy vemos coronados los empeños y esfuerzos del intenso trabajo académico de alumnos, investigadores y pedagogos, así como del equipo técnico que ha hecho posible el desarrollo de la plataforma informática para cumplirlo.

 

“Su modelo educativo, en línea, le imprime mayor flexibilidad y adaptabilidad a las condiciones en las que los estudiantes pueden desarrollar sus tareas profesionales, con clases presenciales y sesiones en línea, a partir del uso de tecnología que permite una educación a distancia, lo cual posibilita la adaptación de los procesos de formación  de investigadores con las circunstancias en las que vive cada uno de ellos cotidianamente.

 

“Con la segunda generación de investigadores de alto nivel, nuestro país se abre a un campo fértil para la innovación en los procesos creativos, educativos y de la crítica de la danza, lo cual generará un nuevo patrimonio”.

Por su parte, Elizabeth Cámara, directora del Cenidi Danza, expresó que la segunda generación confirma que el INBA “continúa siendo punta de lanza en materia de educación dancística.

 

“Aunque en un primer momento fue visto con cierta incredulidad por tratarse por un proyecto de formación en línea, este atendió la necesidad de llevar a todo el país la reflexión sobre los haceres de la danza, para que sus egresados contribuyan a dar respuesta en materia de educación, creación, crítica y sistematización de la disciplina.

 

“Esta apuesta epistemológica permitirá incidir en las comunidades de origen de cada alumno, con independencia del genero dancístico: ballet, danza contemporánea, folklor o danza española”.

 

Durante su intervención, la alumna Elena Torres, quien leyó un texto a nombre de la segunda generación, refirió que “la apuesta por el uso de la tecnología nos permitió cruzar fronteras y barreras físicas, ya que su modalidad nos ha dejado conocer otras perspectivas y miradas sobre la danza, desde nuestros particulares lugares de residencia.

 

“Bajo la guía de asesores, tutores y maestros, nos cuestionamos para acercarnos a los diversos fenómenos de la disciplina dancística y así responder a los desafíos que se proponen en nuestra época”.

 

Resaltó que la maestría les “ha proporcionado conocimientos sólidos en las áreas de investigación educativa, los modos de producción y creación, las ciencias sociales  y humanidades, así como la investigación para la memoria y la crítica, con los que hemos encontrado caminos de especialización”.

 

El plan de la maestría está organizado en cuatro semestres, en los que se cursan talleres de investigación y cuatro campos del conocimiento, además de tres ciclos presenciales. Durante los semestres, los estudiantes interactúan con los asesores de los campos y con tutores, mediante lecturas, tareas, foros y blogs, entre otras herramientas que ofrece la tecnología.