Ayuntamiento de Morelia sin conocer por qué no funcionan las Fuentes Danzantes de la Plaza Melchor Ocampo

Las fuentes danzantes que desde el año 2010 fueron construidas en la Plaza Melchor Ocampo a un costado de la Catedral que solo funcionaron dos años y después fueron abandonadas por varios presidentes municipales hasta que llegó Alfonso Martínez Alcázar quien las reactivó pero una vez más duraron solo unos meses trabajando, ahora nuevamente están sin funcionar sin que el actual gobierno municipal conozca la razón de la falta de funcionamiento de algo que se convirtió en el año 2018, en un atractivo turístico para propios y extraños,

El Secretario de Turismo Municipal, Roberto Monroy García aceptó desconocer lo que sucede con el mecanismo de las fuentes que estuvieron funcionando unos días y ahora se encuentran en desuso por lo que se requiere de una cantidad importante de dinero para que puedan ser reactivadas.

El funcionario explicó que hubo un problema, después se repararon y no sabe en la actualidad lo que sucede pero recordó que no hace mucho, se robaron las bombas de agua, «ha habido dos situaciones, una persona que vivía ahí y otra las bombas que se habían robado y eso hizo que se inundara, se vaciaron las tinas de agua y eso hizo que el cerebro se dañara».

Recordó que hay un presupuesto muy caro para reparar las fuentes que no aceptaron, «pero entiendo que ya hay una posibilidad, nosotros cuidamos un poco pero quienes ejecutan la obra, quienes la revisan es obras públicas y ya nos la dan a nosotros para su cuidado, a veces las piezas que se requieren no son ni siquiera americanas y probablemente sea eso lo que falta».

Y es que la historia de las fuentes es complicada pues fueron construidas en el año 2010 a un costo de 10 millones de pesos pero solamente funcionaron poco tiempo y fueron prácticamente olvidadas por varios años hasta que llegó la administración de Alfonso Martínez quien las rehabilitó en el mes de agosto del año 2018 a un costo de 5 millones de pesos, es decir, 5 millones de pesos menos que ocho años atrás.

En aquel momento Martínez Alcázar dijo que las fuentes se hicieron de forma circular, con equipo de «última tecnología», iluminación led de diferentes colores y con chorros de agua que podían alcanzar los 12 metros de altura pero que solo se pusieron a cinco metros que fueron los autorizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pero sin embargo al paso del tiempo, dejaron de funcionar hasta la fecha que nadie sabe lo que tienen, ni cuándo se repararían.

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