El astronauta estadunidense Scott Kelly y el cosmonauta ruso Mikhail Kornienko regresaron ayer a la Tierra después de 340 días en la Estación Espacial Internacional (EEI), como parte de una misión para comprobar la resistencia humana y determinar si sería seguro enviar personas a Marte.
El módulo de descenso aterrizó en las estepas de la república centroasiática de Kazajistán unas pocas horas después de separarse de la plataforma orbital.
En la nave también venía otro ruso: Serguéi Volkov.
“Hay aterrizaje”, anunció el portavoz del Centro de Control de Vuelos.
Gracias a su estadía en la EEI, Scott Kelly batió dos récords estadunidenses: el del vuelo espacial más largo (340 días) y el de la mayor estadía acumulada en el espacio, con 540 días.
“Físicamente me siento muy bien”, dijo Kelly el jueves pasado, en una entrevista vía videoconferencia. “Podría quedarme otros 100 días… podría quedarme otro año si tuviera que hacerlo”, agregó.
La misión de Kelly, de 52 años, y Kornienko, de 55, representa la estadía más larga en la estación espacial desde que el primer astronauta puso un pie ahí en 2000.
Pero el récord mundial de la estadía espacial lo logró el ruso Valeri Poliakov entre 1994 y 1995, al pasar 437 días a bordo de la estación espacial Mir. Y el récord mundial de tiempo acumulado en órbita también lo batió un ruso, Gennady Padalka, quien orbitó la Tierra durante 879 días en total.
La NASA tiene intención de comparar los cambios físicos y psicológicos experimentados en el cuerpo de Kelly con los resultados de los análisis realizados a su hermano gemelo, Mark, un astronauta retirado.
Con información de EFE y AP
