A room of one’s own continúa la tradición de Leonora Carrington

27 de mayo 2015 (Maya Comunicación/Círculo Digital) Bajo la mirada de tres inmigrantes británicas, artistas radicadas en nuestro país durante varios años, se hace una revisión a la cultura y realidad mexicanas en la exposiciónA room of one’s own. Fragilidades sobre el exterior: conjunto de tres videoinstalaciones que se encuentra abierto al público en el Laboratorio Arte Alameda hasta el 6 de septiembre.

 

A decir de Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Visuales del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), “con esta muestra se cierra un ciclo importante dentro de las artes visuales como parte del Año Dual México-Reino Unido.

 

“Lo importante de esta exposición es la unión que generan tres mujeres en un espacio tan íntimo como el Laboratorio Arte Alameda, quienes comparten, de manera cariñosa, cercana al corazón y muy paciente, diferentes entornos y puntos de vista, pero también distintas sensaciones”, refirió Magdalena Zavala en un recorrido por la muestra previo a su inauguración.

 

Por su parte, Eduardo Bermejo, director de Artes del British Council México, celebró la colaboración con el INBA: “Es nuestro principal socio para realizar las actividades de artes visuales dentro del Año Dual.

 

“Esta exposición tiene un gran significado, porque aborda a tres artistas visuales británicas que residen en México, continuación de la tradición que dejó Leonora Carrington, en la que diversos creadores no solo han encontrado en nuestro país un lugar para vivir, sino también para reinterpretar y reinventar su propia obra a partir de la experiencia mexicana”, señaló el director de Artes del British Council México.

 

De acuerdo con el curador de la exposición, José Luis Barrios, el objetivo de la misma es que el visitante se sumerja en la intimidad de la mirada de Melanie Smith, Katri Walker y Jaki Irvine, cuyo interés en común está centrado en la cultura mexicana, sin ninguna intención de exotizarla.

 

“A partir de la idea de Una habitación propia de Virginia Woolf, las obras son una serie de gestos íntimos, silenciosos, de rumores, donde se va más allá de la imagen y el oído toma un papel fundamental, con lo que cada artista establece su propio registro de interpretación sobre la realidad: desde lo social, en el caso de Jaki; lo histórico, en el de Melanie, y lo erótico, en el de Katri”, sostuvo el curador.

 

Se compra: sin E de Jaki Irvine toma como base el sonido de las calles del Distrito Federal, proveniente de algún oficio específico: organillero, ropavejero, vendedor de gas, afilador. “Mi trabajo se ha caracterizado por la trascendencia del sonido. Bajo esta línea conjunté esta especie de ecos, de sinfonías callejeras, con la intención de reflejar la vida ordinaria”, dijo la creadora sobre su obra.

 

Tlacochahuaya de Melanie Smith está integrada por dos piezas en las que “hay una especie de tercera, a partir de la conjunción, en un solo espacio, del intento de reconstrucción del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central de Diego Rivera por un restaurador, y del video que se proyecta de la iglesia de Tlacochahuaya, Oaxaca.

 

“En ambas piezas, la presencia de fragmentos del cuerpo es primordial. Sin embargo, en el caso del mural encontramos la figura predominante en Diego Rivera, representado por su pensamiento comunista, revolucionario. El video, por su parte, representa el colonialismo por medio de la religión”, afirmó Smith.

 

Finalmente, Trip the light de Katri Walker aborda el mundo taurino para “intentar encontrar un balance entre lo masculino y lo femenino. No me interesaba el espectáculo, porque todos lo conocemos; tampoco, hablar sobre la discusión político-moral alrededor de la materia. Me interesó mostrar una vista femenina hacia el cuerpo masculino a través del tema”, concluyó Walker.